En medio de especulaciones sobre si el cannabidiol (CBD) puede influir en los efectos intoxicantes del d9-tetrahidrocannabinol (THC), un nuevo estudio respalda esta idea, junto con otro hallazgo inesperado e interesante relacionado con un trastorno de salud mental grave. Publicado en el Journal of Clinical Psychopharmacology en septiembre de 2021, los investigadores concluyeron que el CBD podría disminuir los efectos psicoactivos del THC cuando se toman en conjunto. 1
El estudio encontró que consumir 65 mg de THC era menos intoxicante cuando se combinaba con CBD en una proporción de 2:1 que cuando se tomaba solo, lo que sugiere que el CBD pone un límite a algunos de los efectos del THC. Esto es especialmente relevante para los pacientes de cannabis medicinal, que pueden necesitar medicarse las 24 horas del día, y para cualquier persona que no quiera el efecto por cualquier motivo.
Realizado en España, el estudio fue un esfuerzo de colaboración entre los investigadores Jose ‘Bouso, PhD del International Center for Ethnobotanical Education, Research and Service, y Alberto Sainz-Cort, MSc de la Universitat Oberta de Catalunya y GH Medical, entre varios otros autores distinguidos.
Su objetivo era explorar si el CBD tenía efectos anti-intoxicantes. El CBD a menudo se denomina no psicoactivo, pero en realidad lo es, porque puede afectar el estado de ánimo y aliviar la ansiedad. Sin embargo, no es psicoactivo en la forma en que la mayoría de la gente piensa, ya que no causa intoxicación o la sensación de estar drogado.
Para participar, todos los sujetos debían ser mayores de 21 años y ser consumidores experimentados de cannabis, consumiendo al menos tres veces por semana. Los participantes también debían estar libres de enfermedades psiquiátricas o crónicas, comprender el protocolo del estudio, y abstener su consumo de cannabis, alcohol y otras drogas por al menos 12 horas antes del estudio. Estas condiciones tienen como objetivo controlar cualquier factor que pueda influir en los resultados, también conocidos como variables de confusión.
La fuerza de un estudio de investigación radica en su diseño. La mayoría de los estudios se llevan a cabo en un entorno de laboratorio con controles rígidos, destinados a producir resultados verificables, reproducibles, y, lo que es más importante para el lector promedio, resultados confiables. Igual de efectivos y, a veces, más apropiados son los estudios ecológicos en los que los sujetos participan en un entorno más natural para potenciar las influencias positivas del mismo.
El estudio naturalista imita mejor las situaciones de la vida real
Al realizar una investigación, un entorno natural ayuda a eliminar cualquier influencia negativa de un entorno de laboratorio estrictamente controlado, como que un sujeto sea menos comunicativo. Los sujetos de un estudio naturalista pueden tener una experiencia y una respuesta más auténtica, ya que el entorno natural imita la experiencia de la vida real. Como se trataba de un estudio cruzado, los resultados de cada sujeto no se compararon con los de nadie más, lo que redujo el potencial y la influencia de cualquier variable de confusión.
El estudio se organizó de manera en que cada sujeto participó de un total de cuatro sesiones individuales, durante las cuales se les administró una dosis precisa de concentrado de cannabis a través de un vaporizador Volcano fabricado por Storz & Bickel. El participante recibió CBD, THC, THC + CBD, o un placebo, y se evaluó cada 10 minutos para determinar los efectos psicoactivos del cannabis. Ni los investigadores ni los sujetos sabían qué sustancia se estaba autoadministrando (doble ciego). Los sujetos completaron cuestionarios que midieron síntomas como la relajación, el estado de ánimo negativo o la percepción y apetito en intervalos específicos a lo largo de cada sesión de 80 minutos. Cada sesión fue separada por al menos una semana, actuando como un «período de lavado» para cualquier sustancia que hubiese en el cuerpo, con el fin de minimizar cualquier arrastre a la siguiente sesión.
La dosis consumida durante las sesiones fue la siguiente: CBD 130 mg, THC 65 mg, CBD 130 mg + THC 65 mg combinados (proporción 2: 1 CBD: THC), y un placebo de cáñamo <0,05 mg de cannabinoides totales. Los autores señalaron que los estudios anteriores utilizaron THC en el rango de 8 mg, por lo que la cantidad de THC en este estudio (65 mg) fue una mejor representación del consumo de adultos en la vida real. Esto hace que los resultados sean generalizables o más aplicables a una población más amplia y no solo a los participantes del estudio.
El CBD altera los efectos subjetivos del THC
Los investigadores analizaron los datos autoinformados por los 18 participantes y encontraron diferencias estadísticamente significativas (lo que agrega poder y confianza a los resultados) entre las condiciones experimentales en muchos de los ítems y escalas utilizados. En general, los sujetos obtuvieron puntuaciones más altas cuando estaban bajo la influencia del THC que el placebo en elementos como somnolencia, ensoñación y percepción del tiempo.
Los puntajes de THC también fueron más altos que las escalas de placebo para condiciones psicotomiméticas (similares a psicóticas) como manía, paranoia y desorganización cognitiva. Si bien los investigadores reconocen que la evidencia que respalda los efectos subjetivos del CBD solo no está clara, creen que variables como la frecuencia, la dosis y la vía de administración del consumo de cannabis son factores clave. Por ejemplo, en otro estudio citado por O’Neill, et al., se encontró que una dosis oral de 600 mg de CBD mostró una disminución de los síntomas psicóticos. 2
El papel que pueden jugar el THC y el CBD en la relación con la esquizofrenia es uno de los hallazgos más interesantes de este estudio. Se especula que el consumo intensivo de cannabis a partir de la adolescencia se asocia con un inicio más temprano de la esquizofrenia genéticamente predispuesta. En su libro Cannabis Pharmacy, el autor Michael Backes escribe que el beneficio puede superar el riesgo cuando se usa cannabis para tratar afecciones como la enfermedad inflamatoria intestinal o las migrañas en adolescentes, especialmente cuando se combina con altas dosis de CBD para ayudar a mitigar los efectos del THC. Backes sostiene que el CBD se muestra prometedor como antipsicótico tanto por sí solo como en combinación con medicamentos antipsicóticos estándar. Y aunque se carece de buena evidencia clínica, existe una creciente evidencia de que el CBD puede usarse de esta manera. 3
¿Qué significa para la persona promedio que consume cannabis?
La conclusión principal es que el CBD tiene el potencial de disminuir los efectos intoxicantes del THC, así como los síntomas inducidos por el THC como la paranoia. El estudio también sugiere que el CBD puede tener un papel protector, ayudando a reducir algunos de los efectos psicoactivos del THC y, potencialmente, incluso reduciendo el riesgo para las personas predispuestas a la esquizofrenia, una contraindicación para la terapia con THC. Una proporción más alta de CBD:THC que con un quimiovar Tipo II puede ser una opción deseable para aquellos que buscan el efecto terapéutico y minimizar la intoxicación u otros síntomas negativos provocados por las dosis más altas de THC. Para los consumidores de cannabis a largo plazo, ya sea recreativo o medicinal, una proporción más alta de CBD:THC puede ayudar a reducir la posibilidad de desarrollar un trastorno por consumo de cannabis, o incluso el síndrome de hiperémesis por cannabis, aunque este tema requiere más investigación. 4
Este estudio, junto con investigaciones previas importantes, sugiere que consumir CBD junto con el THC media los efectos intoxicantes del cannabis, y puede influir en otros aspectos de un subidón de THC. Los investigadores señalan que estudios adicionales con sujetos sin experiencia en cannabis, explorando múltiples proporciones de CBD:THC, analizando compuestos en busca de terpenos, y recolectando muestras fisiológicas para medir los niveles en suero sanguíneo, contribuirían aún más al cuerpo de evidencia existente.
Para individualizar y optimizar la terapia, los médicos, los pacientes y los usuarios adultos deben tomar esta información y sentirse capacitados como para experimentar con diferentes quimiotipos de cannabis, y facilitar la respuesta terapéutica más efectiva y la experiencia más gratificante.
Sources
- Sainz-Cort, Alberto MSc∗,†,‡; Jimenez-Garrido, Daniel MSc†; Muñoz-Marron, Elena PhD∗; Viejo-Sobera, Raquel PhD∗; Heeroma, Joost PhD‡; Bouso, Jose Carlos PhD† Opposite Roles for Cannabidiol and δ-9-Tetrahydrocannabinol in Psychotomimetic Effects of Cannabis Extracts, Journal of Clinical Psychopharmacology: 9/10 2021 – Volume 41 – Issue 5 – p 561-570
- O’Neill, A., Wilson, R., Blest-Hopley, G., Annibale, L., Colizzi, M., Brammer, M., Giampietro, V., & Bhattacharyya, S. (2021). Normalization of mediotemporal and prefrontal activity, and mediotemporal-striatal connectivity, may underlie antipsychotic effects of cannabidiol in psychosis. Psychological medicine, 51(4), 596–606. https://doi.org/10.1017/S0033291719003519
- Batalla A, Janssen H, Gangadin SS, Bossong MG. The Potential of Cannabidiol as a Treatment for Psychosis and Addiction: Who Benefits Most? A Systematic Review. J Clin Med. 2019;8(7):1058. Published 2019 Jul 19. doi:10.3390/jcm8071058
- Navarrete F, García-Gutiérrez MS, Gasparyan A, Austrich-Olivares A, Manzanares J. Role of Cannabidiol in the Therapeutic Intervention for Substance Use Disorders. Front Pharmacol. 2021;12:626010. Published 2021 May 20. doi:10.3389/fphar.2021.626010
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