El consumo de cannabis, medicinal o de otro tipo, ¿tiene un impacto negativo a largo plazo en la función cognitiva? Años de estudios han proporcionado respuestas complejas y a menudo contradictorias, especialmente cuando se trata del consumo de cannabis en adolescentes. Un nuevo estudio a largo plazo, que analiza grupos de gemelos en los que un hermano consume cannabis y el otro no, ofrece nuevos conocimientos.
Mientras que ligeros deterioros del coeficiente intelectual están relacionados con el uso de cannabis, este nuevo estudio sugiere que esas caídas no son causadas por el mismo. En vez, puede haber una conexión entre la predisposición genética para el deterioro cognitivo y las chances de usar cannabis en primer lugar.
¿Un problema metodológico?
Hay un creciente número de estudios que sugieren que el uso del cannabis, particularmente en la adolescencia, puede llevar a una función cognitiva y un coeficiente intelectual reducidos, a largo plazo.
Estos estudios se respaldan principalmente en el seguimiento de las consecuencias a largo plazo de aquellos que comienzan a utilizar el cannabis a temprana edad en la vida, para ver si se generan cambios significativos en el funcionamiento cognitivo entre los que utilizan cannabis y aquellos que no.
Un estudio longitudinal publicado en 2012 encontró cambios relativamente chicos pero significativos en la función cognitiva para aquellos que comenzaron a usar el cannabis a temprana edad. Mientras más marihuana utilizaban, mayor era el cambio en la función cognitiva.
Nuevas investigaciones sugieren que podemos tener malas interpretaciones de estudios previos, o que pueden tener limitaciones metodológicas. Mientras que existe una correlación entre el uso del cannabis y el deterioro cognitivo, la evidencia de un nuevo estudio sugiere que esta asociación no es casual.
En vez de hacer un seguimiento al uso del cannabis y el funcionamiento cognitivo en individuos a través de su juventud y edad adulta, los investigadores trabajando en este nuevo estudio se fijaron en estos factores en cientos de parejas de hermanos gemelos. Se fijaron específicamente en los casos donde un gemelo utilizaba cannabis y el otro no, para poder ver así sí ocurrían cambios en el funcionamiento cognitivo en solo un gemelo, o en ambos.
Gemelos: El grupo de control definitivo
El beneficio de los estudios en gemelos es que se pueden controlar factores mayores que pueden estar ofuscando la información. En el estudio del 2012 los investigadores controlaron los años de educación, la esquizofrenia y el uso de otras drogas, pero no pudieron explicar cosas cómo las diferencias genéticas y las diferencias en el entorno en el que alguien creció. Los estudios en gemelos controlan naturalmente estos factores, ya que los gemelos comparten el ADN y (usualmente) están criados en el mismo entorno.
Los investigadores hipotetizan que si en verdad el cannabis causa un deterioro cognitivo, deberíamos ver estas diferencias en parejas de gemelos. El gemelo que utiliza cannabis tiene que tener un puntaje más bajo en medidas cognitivas que aquel que se abstiene del uso del cannabis. Después de todo, si el cannabis está causando un deterioro cognitivo, sólo debe mostrarse en aquellos que lo utilizan.
Pero resulta que las parejas de gemelos generalmente no difirieron en su funcionamiento cognitivo, a pesar de las diferencias en el uso del cannabis.
Mientras que los investigadores sí marcaron un descenso en el coeficiente intelectual en la adultez y en el funcionamiento ejecutivo, correlacionado con el uso de cannabis por parte de adolescentes (al igual que en el estudio del 2012) – ese puntaje fue principalmente sostenido por ambos gemelos en pares. En otras palabras, el uso del cannabis no parece causar deterioro cognitivo en absoluto. En vez, esto sugiere que otros factores – probablemente factores genéticos o del entorno – predisponen a algunos adolescentes al consumo de cannabis y al descenso del coeficiente intelectual en la edad adulta.
La única excepción fue que a la edad de 17 años, el uso del cannabis estaba correlacionado con una peor habilidad cognitiva que aquella a los 23 años. A pesar de que esto fue un resultado aislado, los investigadores de este estudio declararon que la evidencia es inconsistente con la teoría de que el cannabis está causando un deterioro cognitivo. En vez, determinaron que los factores genéticos eran probablemente culpables tanto del deterioro en el coeficiente intelectual como de la frecuencia aumentada del uso de cannabis.
Por supuesto que, como cualquier cuerpo de investigación, este estudio tiene limitaciones y debe tomarse con un grano de sal. Los autores notaron que su estudio estaba limitado por su tamaño relativamente pequeño y grupo de encuestados principalmente blancos.
También aceptaron el hecho de que pocos de sus sujetos eran consumidores diarios de cannabis, a pesar de que muchos se asemejan. Las investigaciones futuras deberían investigar más a fondo para ver si estos resultados son válidos para aquellos que consumen cannabis a diario, con tasas de consumo más elevadas.
Una cantidad creciente de evidencia
Este no es el primer estudio en cuestionar la conexión causal entre el cannabis y el deterioro cognitivo. Un estudio longitudinal de 20 años de más de 2,000 gemelos, en 2004, encontró cambios entre los gemelos en solo una de las más de 50 medidas de cognición. Eso no es mucho.
Otros investigadores también produjeron un estudio en 2016 con un diseño similar al más reciente. Este estudio reportaba los resultados de dos estudios separados, sobre los gemelos y el cannabis y la cognición. Estos investigadores también encontraron que el deterioro cognitivo no estaba relacionado con el uso de cannabis entre las parejas de gemelos. Otro estudio de gemelos en 2017 tampoco encontró evidencia de una relación casual.
Sobre la base de estos estudios, la investigación del 2019 también incluyó medidas para el funcionamiento ejecutivo que no se habían incluido en estudios anteriores, ofreciendo una imagen más sólida de cómo el cannabis afecta la salud cognitiva.
Un hallazgo sorprendente
Para complicar aún más las cosas, un estudio del 2017 sugiere que el uso ocasional de cannabis puede, en cambio, mejorar las funciones cognitivas en los adolescentes.
El estudio analizó a jóvenes de 14 a 21 años, que no eran consumidores, que eran consumidores ocasionales de cannabis (dos o menos veces por semana) y que eran consumidores frecuentes de cannabis (tres o más veces por semana). Los consumidores frecuentes obtuvieron puntajes ligeramente más bajos en las medidas de control ejecutivo que los no consumidores, lo que estaba en línea con las investigaciones anteriores. Sin embargo, los investigadores no vieron las disminuciones esperadas en otras áreas del funcionamiento cognitivo.
Lo que fue más sorprendente para los investigadores es que los adolescentes que usaban cannabis no frecuentemente (dos o menos veces por semana), obtuvieron mejor puntaje que los no consumidores en medidas como las habilidades sociocognitivas, de control ejecutivo y de memoria.
El resultado final
Está claro que la relación entre el uso de cannabis y la cognición es compleja, y aún tenemos mucho más para aprender. A veces observamos deterioros leves en el coeficiente intelectual y en otras medidas de funciones cognitivas cuando el cannabis se utiliza en adolescentes, pero otras veces vemos resultados mejores. Independientemente, los datos simplemente no encajan con la teoría de que el cannabis está causando un deterioro cognitivo.
En cambio, hay una serie de explicaciones alternativas sobre la mesa de por qué el consumo de cannabis a veces puede vincularse con un coeficiente intelectual reducido. Por un lado, se ha demostrado que el funcionamiento cognitivo deficiente predice el uso de sustancias más adelante. Por lo tanto, puede ser que la causa en realidad fluya en la dirección opuesta, con un funcionamiento cognitivo más bajo que conduce al consumo de cannabis. Pero lo más probable es que, como han sugerido muchos investigadores, algún factor común esté causando tanto una mayor probabilidad de consumir cannabis como el deterioro cognitivo observado en los reportes.
Eso puede ser tan simple como la genética de una persona. Ya sabemos que factores como un estatus socioeconómico bajo, el uso del tabaco, y hasta simplemente tener dolores crónicos, se correlacionan con un puntaje cognitivo bajo y con el uso de cannabis. Algunos investigadores sugieren que el factor más importante podría ser una asociación con “compañeros desviados”, los cuales desalientan el trabajo académico e incentivan al uso de sustancias.
Una cosa está clara: cuando se testea en base a controles como los estudios de gemelos, la evidencia del rol negativo que juega el cannabis en la cognición decae.
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