Mucho puede decirse sobre el potencial del cannabis para mejorar la salud humana. Se están publicando estudios científicos casi todos los días mostrando los potenciales beneficios del cannabis para todo, variando desde la epilepsia hasta los dolores crónicos, psoriasis y traumas cerebrales. A pesar de esto, el potencial del cannabis no se termina con el tratamiento de enfermedades y afecciones que alteran la vida. La marihuana también se puede utilizar para mejorar y enriquecer la vida en muchas otras dimensiones.
El bienestar es un concepto que surgió en las décadas recientes para describir un estado del ser que va más allá de la salud, que también involucra el bienestar físico, mental y social. Según los académicos de la Universidad de Stanford y la London School of Economics, el bienestar se refiere a «elecciones y actividades destinadas a lograr la vitalidad física, la agilidad mental, la satisfacción social, el sentido de logro y la realización personal».
Siguiendo esta definición, el bienestar no está reservado para los sanos. Mientras que la salud y las enfermedades pueden ser antónimos, el bienestar y las enfermedades pueden coexistir, y pacientes con condiciones duraderas pueden disfrutar de altos estados de bienestar.
1. Reducir el estrés diario
Una de las razones más comunes por la cual la gente consume cannabis es para lidiar con el estrés de la vida cotidiana. De acuerdo al American Institute of Stress, el estrés es comúnmente definido como una “tensión o tensión física, mental o emocional”. Si bien los científicos están de acuerdo en que una cierta cantidad de «buen estrés» o «eustress» es positiva para afrontar los desafíos diarios de la vida, demasiado estrés puede tener graves consecuencias para la salud y el bienestar.
De acuerdo a un reporte por la American Psychological Association, el 77% de los americanos experimenta síntomas físicos regularmente, causados por el estrés, como la fatiga, dolor de cabeza, malestar estomacal, y tensión muscular, y el 73% experimenta regularmente síntomas psicológicos causados por el estrés como la irritabilidad y la tristeza.
Mientras que el estrés es una respuesta a un factor externo, la ansiedad es considerada una reacción interna a esta respuesta. De esta manera, uno no tiene porque estar diagnosticado con un trastorno de ansiedad para experimentar ansiedad debido a problemas de dinero, trabajo o relaciones.
El cannabis, especialmente en dosis bajas, puede ser una herramienta positiva para reducir el estrés y la ansiedad. Un estudio de más de 11.000 sesiones de consumo de cannabis encontró que más del 58% de los participantes experimentaron una reducción de estos síntomas después de consumir cannabis rico en THC en dosis más bajas. Se ha descubierto que el CBD reduce la ansiedad relacionada con el estrés independientemente de la dosis.
2. Mejora del enfoque
Muchas personas que optan por consumir cannabis por motivos extra médicos lo hacen en su tiempo libre. Otros lo utilizan para abordar actividades cotidianas como el trabajo o el estudio.
La mayoría de las investigaciones científicas que relacionan al cannabis con la concentración se han realizado en relación a las afecciones médicas graves como el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). Mientras que esta área de estudio sigue siendo explorada, existe un fuerte vínculo entre el TDAH y la desregulación del sistema endocannabinoide, y hay evidencia preliminar que sugiere que el cannabis puede mejorar los síntomas del TDAH.
Para aquellos que no sufren de un déficit de atención diagnosticado, pero de igual manera les vendría bien una ayuda para realizar las cosas, el cannabis puede ser esta. En los últimos años, muchos usuarios han acumulado una gran cantidad de evidencia anecdótica que informa que los quimiovares específicos del cannabis les ayudan a “ponerse en la zona” en el trabajo u otras actividades que requieren concentración. Esto puede ser un resultado del potencial de la planta para bloquear los estímulos externos y concentrarse completamente en la tarea en cuestión.
3. Fomentar la creatividad
El uso de cannabis entre las comunidades artísticas y creativas a lo largo de la historia está muy bien documentado. Sin embargo, no es necesario ser un músico famoso de la década del 1960 para aprovechar el potencial creativo del cannabis. La resolución creativa de problemas es una habilidad que se puede aplicar a cualquier aspecto de la vida y es especialmente útil en entornos laborales.
El THC, el compuesto psicoactivo primario del cannabis, ha demostrado ser un estimulador de la liberación de dopamina en el cerebro. La dopamina es un neurotransmisor que se ha asociado ampliamente con el «pensamiento divergente», que es la capacidad de formar asociaciones vagas para generar nuevas ideas.
El pensamiento divergente es descrito como una cara del proceso creativo, mientras que el “pensamiento convergente” forma la otra cara. Para poder generar ideas de novelas y soluciones, las asociaciones vagas desencadenadas por el pensamiento divergente deben converger en una solución funcional al problema en mano.
Sin embargo, otro estudio encontró que demasiado THC puede en realidad obstaculizar el pensamiento divergente. En esta investigación, se encontró que dosis más bajas de THC producen una mejor creatividad.
Mientras que el estudio científico del cannabis respecto a la reducción del estrés, la concentración, y la creatividad sigue en sus primeros pasos, mucha evidencia anecdótica muestra que el uso de la planta para estos propósitos existió durante varias décadas, incluso siglos.
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