Los vaporizadores se volvieron una forma popular de consumir cannabis medicinal en los últimos años. Muchos usuarios prefieren usar vaporizadores, porque no deja olores pesados, es libre de humo, y puede ser bastante más conveniente.
Sin embargo, la gente viene fumando flores de marihuana desde hace cientos de años, y a pesar de sus contraindicaciones, la vieja fumata sigue teniendo sus beneficios.
Tanto vapear como fumar involucran succionar cannabinoides calentados por las vías respiratorias, pero ahí terminan las similitudes. Dependiendo de tu salud y tu estilo de vida, cualquiera de los dos podría ser ideal para tí.
Diferentes formas de fumar cannabis
Los métodos de entrega para fumar cannabis pueden ser diversos. Estos incluyen porros, pipas, bongs, bowls, y más. El más establecido y conocido de estos medios es probablemente el cigarro de cannabis clásico – o porro.
Porros de cannabis
Los cigarros de cannabis suelen consistir en flores de la cepa de preferencia del usuario envueltas en una hojilla especial.
Según la Organización Mundial de la Salud, el porro de cannabis promedio contiene entre 250 y 750 mg de cannabis. En muchas partes del mundo, la marihuana se esparce encima del tabaco dentro de un porro o cigarrillo.
Pipas
Las pipas son otro método de consumo de los antiguos. Las pipas tienen tres componentes principales: un recipiente que contiene el material de la planta que se quema, un cuerpo que sostiene, y una boquilla por la cual se inhala el humo de cannabis. Muchas culturas tradicionales tienen su propia versión de la pipa. En Marruecos, por ejemplo, lo más común es una pipa llamada sebsi, de arcilla y madera.
Es bueno aclarar que las pipas vienen en todas las formas y tamaños, las más pequeñas siendo consideradas como “de un hit”. Las pipas de un hit son ideales para los pacientes que son nuevos o especialmente sensibles al cannabis, ya que suelen contener un décimo de gramo de marihuana (entre 10 y 30 miligramos de cannabinoides activos en la mayoría de los casos).
Muchas de las pipas más básicas se llaman bowls, que se refiere al componente que contiene la marihuana. A los usuarios de marihuana medicinal que utilizan esta herramienta se les dice que están “fumando un bowl”.
Bongs
Piensa en el bong como si fuera una versión más sofisticada de la pipa. Este medio tiene una cámara especial que se llena de agua, por la cual pasa el humo de cannabis previo a su inhalación, lo que sirve para enfriar el humo.
Muchos usuarios afirman que esto hace que usar el bong sea mejor para los pulmones que las otras opciones fumables.
Los bongs pueden tener un bowl desprendible que le permite al usuario remover su cannabis de la fuente de calor enseguida después de haber fumado. De todos los métodos de entrega donde hay humo, el bong debe ser el que le da a sus usuarios el mayor control sobre la temperatura.
El método de la vaporización
Vapear es una forma de calentar la marihuana sin quemarla. La vaporización precisa un calor que libera los cannabinoides y otros compuestos al aire, produciendo un vapor que luego se inhala.
Los vaporizadores suelen venir en forma de finas lapiceras. Unos pequeños alambres internos calientan la marihuana que contiene el vaporizador a la temperatura exacta, para que el usuario pueda dar una “pitada” del dispositivo e inhalar su vapor.
Por razones obvias, este proceso es bastante más discreto que la fumada. Muchos usuarios encuentran que el vapeo puede ser mucho más gentil para la garganta y los pulmones que los productos fumables.
A diferencia de la fumada, los vaporizadores pueden contener todo tipo de productos más allá de la flor de cannabis: aceites específicos para el vapeo, aceites de cannabis tradicionales, resina, y más.
Vale la pena aclarar que ciertos tipos de vaporizadores son especialmente populares. En California, la mayoría del cannabis se compra en forma de concentrados – y la mayoría de estos concentrados son vaporizados. El año pasado la cantidad de concentrados vendidos en el Golden State formó un 37% de las ventas totales de marihuana, contra un 33% de las ventas que eran provenientes de la flor de cannabis, según datos del 2018 de BDS analytics. De ese 37%, más del 70% venía de compras impulsadas por la vaporización.
Los vaporizadores específicos de CBD también están aumentando su popularidad. En Colorado, Oregon, y Washington, sus ventas crecieron un 203% únicamente en los primeros 10 meses de 2017. Es probable que esta tendencia hacia el vapeo solamente crezca más con el pasar del tiempo.
La cuestión de la biodisponibilidad
La mayoría de la información disponible dice que el CBD es más biodisponible cuando se vapea que cuando se toma mediante cualquier otro método de consumo. La ventaja del vapeo también existe para el THC, según un estudio en la Universidad de Johns Hopkins, que encontró que el “cannabis vaporizado produce mayores efectos farmacodinámicos y concentraciones de THC en sangre más altas comparado con las mismas dosis de cannabis fumado.”
Mientras que sería útil más investigación en el área de el vapeo vs. la fumata, la mayoría de la literatura disponible parece decir la misma cosa.
Pros, contras, y cosas a tener en cuenta
No existe un método perfecto de consumición de cannabis – pero con un poco de investigación y prueba y error, es posible decidir lo que es mejor para tí.
Fumar: Los pros
A pesar de los aparentes beneficios para la salud del vapeo, parece que el método más popular en muchas de las áreas sigue siendo la fumata. Eso es cierto en Canadá al menos. De todos los canadienses que declararon haber fumado marihuana en la primera mitad de 2019, 77% declararon haber fumado, mientras que solo el 19% dijo que había usado un vaporizador.
Hay algo sobre la fumata – tal vez su experiencia multisensorial del fuego, humo, los aromas y los sonidos – que hace que sea tan atractivo para la gente.
Fumar: Los contra
Ahora en unas noticias no tan buenas: el acto de fumar cannabis trae en sí niveles sorprendentes de carcinógenos. Los usuarios pueden exponerse indeseadamente a alquitrán, amoníaco, benzopireno, benzantraceno, y cianuro de hidrógeno. También está el dióxido de carbono. Y mientras que algunos estudios sugieren que las cualidades anti cáncer de los cannabinoides pueden pueden ser de contrapeso a los carcinógenos que vienen con quemarlos – no existe evidencia concreta de esto hasta la fecha, así que tal vez mejor mantenerse en lo seguro.
Vaporizar: Los pros
Aquí hay un beneficio práctico al vapeo: es discreto. Sorprendentemente, un estudio en el Jornal del Uso y Abuso de Sustancias identificó a esta cualidad como el motivo principal a favor del vapeo, por sobre su conveniencia o la experiencia de vaporizar en sí.
La mayoría de las personas que vaporizan el cannabis medicinal tienden a verlo como una alternativa más segura que, por ejemplo, fumar. Probablemente estén en lo correcto. Siendo todos los otros factores iguales, vaporizar un producto de cannabis de calidad no va a producir el dióxido de carbono o los carcinógenos dañinos que produce fumar.
Luego está la ya mencionada ventaja de la absorción. El cannabis vaporizado parece transportar más cannabinoides al flujo sanguíneo y produce efectos más fuertes que una misma cantidad de cannabis fumado.
Vaporizar: Los contra
Aunque generalmente es bastante seguro, el vapeo tampoco es a prueba de riesgo. De hecho, aquellos que vaporizan concentrados de cannabis pueden haberse enfrentado a un peligro potencial más grande que los otros grupos.
Desde finales de Septiembre del 2019, más de 500 personas se enfermaron con lo que el Centro Americano de Control de Enfermedades describió como una “lesión pulmonar asociada con el uso del cigarrillo electronico, o vaporizador.” Al menos siete personas fallecieron.
Las autoridades no pudieron determinar con precisión la causa de la enfermedad, con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades sugiriendo que los consumidores se abstuvieran de usar cigarrillos electrónicos por el momento.
Aquí el mensaje está claro: ten cuidado con los aceites para vaporizador de origen dudoso, especialmente si vives en un lugar donde las variedades altas en THC son ilegales. Aquellos sin acceso a aceites de vapo de buena calidad y verificados por un laboratorio pueden optar por fumar la flor de cannabis con un vaporizador de hierbas especial. Obviamente, deberías asegurarte también de que tu flor no deje de ser de buena calidad.
Comprando inteligentemente
Con tanta presión y cosas a tener en cuenta, ¿qué debe hacer uno?
La mejor solución es una obvia: obtener tu vaporizador o producto fumable de un vendedor con reputación y confiable (en lo posible un dispensario de marihuana medicinal o un revendedor online de confianza). Busca marcas con transparencia que tengan sus resultados de laboratorio disponibles tanto online como en persona. Los pacientes pueden optar por empresas que tengan certificación orgánica, instalaciones aprobadas por la FDA, u otras certificaciones.
Si uno está buscando cartuchos de vaporizador limpios y puros, puede que se necesite un poco de cuidado adicional. Las marcas que son dueñas de toda la cadena de suministro – de la semilla a la venta – van a poder confiar completamente en la pureza de sus productos. A las marcas que utilicen análisis caseros (aparte de una verificación de terceros) también les va a ser más fácil regular cada una de las tandas de productos que fabriquen.
Obtener flores de cannabis de alta calidad es ahora un poco más fácil. No es por decir que los informes de laboratorio y análisis de pesticidas no deban ser requeridos (que deberían), sino que el discernimiento de impuridades en las flores de cannabis va a ser exponencialmente más fácil que en el cartucho de un vaporizador.
Tal vez el mejor producto en general es aquel que se basa en elementos tanto de la fumata como del vapeo: el vaporizador de hierba seca. Los más conocidos de estos dispositivos son los que se fijan en las mesas, aunque los vaporizadores de hierba seca portables ya se encuentran bastante disponibles hoy en día también. Estos dispositivos permiten obtener lo mejor de los dos mundos de forma eficiente, al vaporizar la flor de cannabis pura. Sin solventes, aceites, filtros o emulsionantes – solo un paciente de cannabis medicinal y su cepa de preferencia.
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