Visión general
La lesión cerebral traumática es una de las principales causas de muerte, de discapacidad y de deterioro cognitivo a largo plazo. Al igual que con muchas otras afecciones, los investigadores han estado explorando si el cannabis puede ayudar. Se sabe que los cannabinoides son neuroprotectores, y esto ha impulsado investigaciones que exploran cómo los cannabinoides pueden disminuir los posibles resultados adversos de una lesión cerebral traumática.
Los endocannabinoides se liberan naturalmente como parte de la respuesta protectora del cuerpo a una lesión cerebral. El consumo de tetrahidrocannabinol (THC) y cannabidiol (CBD) puede ayudar a imitar las propiedades neuroprotectoras de los endocannabinoides liberados naturalmente como respuesta a un trauma cerebral.
Existen algunos estudios observacionales e investigaciones preclínicas prometedoras acerca de la eficacia del cannabis para ayudar a tratar las lesiones cerebrales traumáticas. Sin embargo, los datos disponibles de los ensayos clínicos son menos concluyentes y tienen limitaciones determinadas.
A medida que los cannabinoides medicinales legales se hacen más disponibles, más ensayos clínicos deberían ayudar a determinar qué tan efectivo es el cannabis para las lesiones cerebrales traumáticas.
Cómo actúa el cannabis en las contusiones y traumatismos cerebrales
El sistema endocannabinoide (SEC) existe en todos los vertebrados y ayuda a regular funciones cruciales del organismo como lo son el apetito, el sueño y el dolor. El cuerpo humano produce sus propios cannabinoides, los cuales modulan y activan varias funciones, pero así como lo sugiere su nombre, el sistema endocannabinoide puede también ser activado y modulado por los cannabinoides que hallamos en la planta del cannabis. Debido a que el sistema en sí se descubrió hace apenas 30 años, a los científicos aún les queda mucho para aprender acerca de todas las formas en que el cannabis afecta a nuestro cuerpo.
Estudios preclínicos se han centrado en cómo manipular el sistema endocannabinoide para mejorar los resultados de una lesión cerebral traumática. Estos estudios nos han dado una idea de cómo el sistema endocannabinoide está asociado con la patología de la lesión cerebral traumática.
- Una revisión reciente de datos preclínicos sobre endocannabinoides y lesión cerebral traumática sugiere que los endocannabinoides anandamida y 2-araquidonilglicerol (2-AG) aumentan naturalmente en respuesta a la lesión cerebral.
- Una investigación en ratas y ratones mostró que cuando se administra anandamida y 2-AG después de una lesión cerebral traumática, esto reduce el daño cerebral y mejora la recuperación.
- Los datos de estudios en laboratorio y en animales sugieren que la anandamida y el 2-AG reducen la producción de factores que promueven el daño cerebral, como lo son las especies reactivas de oxígeno (ROS).
Basándonos en estos estudios, parece que el sistema endocannabinoide está implicado en el proceso de recuperación tras lesiones cerebrales traumáticas en modelos animales.
Estudios médicos sobre lesión cerebral traumática y cannabis
Una revisión de tres años encontró que el THC se asoció con una menor probabilidad de muerte como resultado de una lesión cerebral traumática; la mortalidad en el grupo con THC fue del 2,4% y la mortalidad en el grupo sin THC fue del 11,5%.
En un estudio en ratones, el THC redujo la liberación de glutamato, que es un neurotransmisor común en el cerebro. Se sabe que la señalización excesiva de glutamato es uno de los principales contribuyentes a la muerte celular después de una lesión cerebral.
Si bien los datos de las revisiones y los ensayos preclínicos son prometedores para el cannabis, los resultados de los ensayos clínicos son mixtos y también tienen limitaciones, como el uso exclusivo de cannabinoides sintéticos.
En un ensayo clínico aleatorizado, con doble ciego, los investigadores probaron la eficacia del cannabinoide sintético dexanabinol en pacientes con lesión cerebral traumática grave de entre 16 y 65 años. Ambos grupos experimentaron eventos adversos similares que eran típicos de una lesión cerebral traumática. El grupo tratado con dexanabinol experimentó un 31% y un 14% más de «buenos resultados neurológicos» después de tres a seis meses, respectivamente.
Otro ensayo clínico aleatorizado controlado con placebo también exploró los efectos del dexanabinol en la lesión cerebral traumática grave. Los resultados después de seis meses no mostraron diferencias significativas entre ambos grupos y las tasas de mortalidad no difirieron significativamente.
En otro ensayo controlado aleatorio, los investigadores analizaron los efectos del cannabinoide sintético KN 38-7271 en los resultados de los pacientes comatosos de supervivencia temprana después de sufrir una lesión cerebral traumática grave. Las tasas de supervivencia fueron más altas en el grupo que recibió KN 38-7271 en comparación con el placebo.
En general, hay más evidencia positiva que negativa con respecto a la capacidad del cannabis para disminuir los resultados adversos de una lesión cerebral traumática. Sin embargo, definitivamente se necesitan más ensayos clínicos antes de que los investigadores puedan llegar a una conclusión concreta. Desafortunadamente, en ClinicalTrials.gov no se han podido encontrar ensayos clínicos en curso o futuros que analicen el cannabis y las lesiones cerebrales traumáticas.
Efectos adversos potenciales del consumo de cannabis
En la mayoría de las personas, el cannabis se tolera bien. Los efectos adversos más comunes del cannabis incluyen somnolencia, fatiga, sequedad de la boca y cambios en el apetito.
Si bien el cannabis ahora se ha establecido como un medicamento eficaz para muchas afecciones, hay desventajas que valen la pena mencionar.
- Los efectos psicoactivos del THC pueden provocar efectos adversos como el deterioro de la memoria, ansiedad y euforia.
- El desarrollo de psicosis no es descartado, especialmente en individuos genéticamente vulnerables.
- El consumo excesivo y crónico de cannabis en la adolescencia se ha asociado con déficits cognitivos a largo plazo.
La adicción al cannabis (también conocida como trastorno por consumo de cannabis) ocurre en aproximadamente uno de cada diez consumidores. Los consumidores habituales de cannabis que empiezan a temprana edad parecen ser particularmente susceptibles a la adicción, debido a la plasticidad del cerebro en desarrollo.
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