Este artículo fue publicado originalmente en Analytical Cannabis. Aparece aquí con permiso.
Las personas con depresión son más propensas a consumir marihuana que sus pares sin depresión, según un nuevo estudio publicado en JAMA Network Open.
Investigadores de la Universidad de Columbia y del Instituto Psiquiátrico del Estado de Nueva York examinaron datos tomados en la Encuesta Nacional del Examen de Salud y Nutrición entre el 2005 y 2016. Encontraron que, mientras que el consumo general de marihuana en la población de los EEUU creció de manera constante durante este período, las personas con depresión tenían probabilidades significativamente más altas de consumir cannabis.
Los investigadores sostienen la teoría de que esta relación entre la depresión y el consumo de cannabis puede deberse a los intentos de automedicación de los pacientes. Esto se debe a que casi el 50% del público general cree que la marihuana es beneficiosa para la ansiedad o la depresión.
Las personas con depresión son propensas a consumir marihuana a diario
Los datos de la Encuesta Nacional del Examen de Salud y Nutrición (NHANES) utilizados en el estudio permitieron a los investigadores examinar la información de más de 16.000 adultos estadounidenses de entre 20 y 59 años de edad. Estos datos son representativos a nivel nacional. Además, utilizan un muestreo agrupado y estratificado para garantizar la representatividad. Esto la convierte en una fuente sólida para el análisis científico.
A partir del estudio de estos datos, los investigadores llegaron a tres conclusiones centrales.
En primer lugar, como lo corroboran otros estudios epidemiológicos recientes, la prevalencia del consumo de cannabis en la población ha aumentado. En la encuesta de 2005-06, el 12,2% de los encuestados informó que había consumido cannabis durante el último mes. Asimismo, el 3,8% informó de que lo había consumido a diario o casi a diario. Para la encuesta de 2015-16, estas cifras habían aumentado considerablemente: hasta el 17,3% y el 6,1%, respectivamente. Cabe destacar que, según se determinó en un cuestionario de salud validado en la NHANES, no hubo un cambio significativo en la incidencia de la depresión de los encuestados.
En contraste con esas cifras, un examen ulterior de los datos de la encuesta del 2015-16 reveló que más del 30% de los individuos, identificados como personas con depresión, informaron que habían consumido cannabis en los últimos 30 días. Además, más del 15% lo había consumido diariamente. Esta cifra es significativamente superior a la de la población general.
Por último, los investigadores determinaron que existe una creciente relación entre el consumo de cannabis y la depresión. Utilizando los datos del 2005-06, calcularon que las personas con depresión tenían un 46% más de probabilidades de consumir cannabis. También tenían un 30% más de probabilidades de reportar un consumo diario. Pero para el 2015-16, esto aumentó a un 130% más de probabilidades de uso, y a un sorprendente 216% más de probabilidades de uso diario.
“Estos resultados sugieren que, con el tiempo, una mayor proporción de individuos con depresión están consumiendo cannabis”, escribieron los autores del estudio.
“Este podría ser el caso de individuos con depresión que estén usando cannabis para automedicarse, potencialmente influenciados por los medios y la publicidad, que presentan al cannabis como beneficioso para la salud”.
¿Es el cannabis realmente beneficioso para la salud mental?
La ansiedad y la depresión se incluyen comúnmente como condiciones de interés en los ensayos médicos sobre el cannabis. Pero, ¿cuál es el motivo por el cual se piensa que el cannabis es útil para estas condiciones de salud mental?
Según ciertos estudios, el CBD, un importante componente no psicoactivo del cannabis, ha demostrado ser prometedor para atenuar los sentimientos de ansiedad. Los estudios en animales también han sugerido que el CBD puede provocar un efecto antidepresivo.
Pero mientras que el CBD puede ser prometedor en entornos clínicos, el cannabis en su totalidad es más complejo. Una investigación reciente publicada en la revista Lancet Psychiatry, que se describe a sí misma como la “revisión más exhaustiva hasta la fecha”, encontró poca evidencia que apoye el uso del cannabis medicinal o CBD farmacéutico en el tratamiento de síntomas como la depresión, la ansiedad, trastorno de déficit de atención e hiperactividad (ADHD), síndrome de Tourette, trastorno de estrés postraumático (PTSD) o la psicosis.
El consumo frecuente de cannabis también ha sido asociado con una salud mental deficiente. En una encuesta reciente, realizada entre más de mil jóvenes, los investigadores descubrieron que el 12,8% consumía productos de cannabis de alta potencia. Además, este tipo de consumidores tenía más probabilidades de padecer problemas asociados a la sustancia.
“Por ejemplo, problemas de memoria como resultado del consumo de cannabis“, aclaró a Analytical Cannabis la Dra. Lindsey Hines, investigadora de la Universidad de Bristol y autora principal de este estudio.
Los investigadores, sin embargo, observaron que el trastorno de ansiedad generalizada estaba más estrechamente asociado con el consumo de cannabis de alta potencia. Sin embargo, no había una correlación clara con la depresión.
“Cuando hacemos investigaciones sobre el cannabis y la salud mental, nos hace pensar que lo que estamos viendo es en realidad un enorme artefacto de automedicación que la gente usa para atenuar sus propios síntomas de salud mental”, añadió Hines.
“Que veamos una relación entre el cannabis y la ansiedad pero no con la depresión, es una especie de argumento sin sentido. Anecdóticamente, la gente tiende a usar el cannabis para ayudar a lidiar tanto con su ansiedad como con su depresión. El hecho de que veamos su valor en cuanto a la ansiedad apoya el argumento de que no se trata únicamente de automedicación“.
Reflexión final
Determinar qué es exactamente lo que impulsa el consumo más frecuente o más potente de marihuana entre personas con condiciones de depresión y ansiedad es un tarea importante para futuras investigaciones. Pero, independientemente de la motivación de la persona, el aumento del consumo de cannabis entre las personas con depresión observado en el estudio de la Red Abierta de la JAMA puede ser motivo de preocupación.
En una entrevista para Analytical Cannabis, Ian Hamilton, profesor titular de adicciones de la Universidad de York, se explaya sobre los problemas sociales que pueden surgir con el aumento del consumo de cannabis.
“Incluso un pequeño aumento porcentual de los consumidores habituales de cannabis puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas como la dependencia al cannabis, que es probable que los servicios médicos no tengan la capacidad de acompañar”, dijo Hamilton.
“Para la pequeña proporción de consumidores que desarrollan problemas, es necesario que los servicios de apoyo estén adecuadamente financiados y disponibles. Esto es algo que los estados de EEUU y los demás países deben tener en cuenta al pensar en cambiar sus políticas sobre cannabis”.
Traducción cortesía del El Planteo.
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